Estimadas pupilas:

Con los  hombres que nos gustan nos encantaría que sucediera como con las estrías que llegan a nuestros muslos y se quedan para toda la Eternidad. Sin embargo lo que suele pasar es que muchos de ellos se convierten en Guadiana men , es decir que aparecen y desaparecen intermitentemente de nuestras vidas.

Por ejemplo, cuando pensabais que ya habíais superado que os abandonara hace 10 años y 2 tallas de pantalón, de repente recibís una llamada.

–         ¿Ana? ¿Te acuerdas de mi?.La verdad, es que últimamente he estado pensando mucho en ti y me gustaría que nos viéramos.

Y claro que os acordáis de las lágrimas que derramasteis por él, pero 10 años de madurez y psicoterapia os han llevado al punto justo para creer:

–         “¡Lo sabía! Por fin se ha dado cuenta de que soy la mujer de su vida.

Tras un par de apasionados reencuentros y cuando ya imaginabais el nombre de los niños, de repente al poco tiempo os deja de llamar y desaparece completamente de nuevo.

Y claro, no os podéis creer lo tontas que habéis sido por segunda vez pero estad alertas que si vuestro nombre está entre las letras A y D tenéis números para que os vuelva a ocurrir una tercera vez.

Se trata de la teoría de la agenda eslabón perdido, según la cual todas aquellas chicas cuya inicial está por debajo de la mitad del alfabeto, es decir entre la A y la J y que vieron al guadiana man por ultima vez antes de tener un 3 como primera cifra de su edad y un 4 como primera cifra de su talla de pantalón son susceptibles de ser atacadas de nuevo.

Ello se debe a que cuando la necesidad aprieta, el sujeto en cuestión desentierra Incunables valiosísimos también conocidos como agendas de ex churris y difícilmente llega a la S o a la Z.

Si algunas de vosotras os enfadasteis con vuestra madre por llamaros Zaida, agradecédselo ahora mismo.

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