Estimadas pupilas:

De la misma manera que abandonamos la talla 36, el acné juvenil y las hombreras a veces es tiempo de dejar a ese hombre.

Pero como antoñitas sutiles y delicadas que somos es preciso establecer un protocolo del adiós. Estos son los pasos:

1-     La actitud: Ensayad esa mirada perdida, Mostraos indiferentes ante unos Jimmy Choo y apareced un día ante el con esos Timy Cho directos de Shanghai con la mejor polipiel del mercado.

2-     Si tras ese comportamiento todavía no se ha percatado de que algo ha cambiado en vosotras, miradlo fijamente y decidle “Tenemos que hablar”.”Es que nene, no eres tú soy yo creo que hay algo más en la vida que tener 76 pares de zapatos”, a lo que él quizás os dirá “¿tener 76 bolsos?”.Y vosotras responderéis con la madre de todas las justificaciones femeninas “Creo que necesito encontrarme a mi misma”, difícil de comprender para un hombre ellos pierden las llaves y los calcetines nosotras nos perdemos a nosotras mismas.

3-     Es que creo que me hace falta un tiempo para mi, para aclarar las ideas y me parece que me voy a La India (porque el centrifugado de ideas no se puede hacer en Cuenca que eso quede claro).No me llevaré el móvil, ya hablaremos cuando vuelva.

4-     Queda un punto débil en el asunto: la desaparición de los 76 zapatos de vuestro armario común., que las tejedoras de Benarés estarán encantadas sobre los tacones de 12 centímetros.

Para hombres lírico sentimentales, recomendamos esta banda sonora por si no captan los argumentos anteriores.

Puedes unirte al grupo de Ponle una vela a San Antonio en facebook aquí

www.ponleunavelaasanantonio.es