Estimadas pupilas:

¿Lo que le pedís a un hombre ahora es lo que mismo que le pedíais con 15 años?.Probablemente la ausencia de acné y la posesión de una moto como puntos estrella han sido desplazados por otros pero ¿son estas nuevas exigencias mejores y más adecuadas?.

¿ De verdad es tan imprescindible tener a un Fred Astaire en casa?. Porque claro, a vosotras os encanta bailar pero ¿qué rentabilidad real se le saca a un bailarín conyugal?.Pués os lo digo, que se convierta en la pareja danzarina y comodín de vuestras amigas a quienes sus maridos las pisan constantemente y que os dicen “¿Me lo prestas?. Es que Manolo es como una columna corintia, no se mueve”.Y ya se sabe la leyenda urbana que corre respecto a que las habilidades de movimiento verticales se traducen en otras de más horizontales. Toda una tentación para las bucaneras al acecho, creedme.

Luego están aquellas Antoñitas que consideran absolutamente esencial tener una pareja con quien ir a ver películas en las que la gente es altamente disfuncional e infeliz y habla poco y se mira mucho, que el hablar por hablar siempre ha sido muy de clase popular y poco profundo. En fin que hay que parecer inteligente, y la tortura compartida siempre es menos, pero admitámoslo en compañía una no se puede largar a media película de “El árbol de la vida” y tapar el oprobio gracias a Santo Google y a Santa Wikipedia.

Yo os recomiendo habilidades más prosaicas para vuestros chicos, tales como la cocina y los masajes de piés a las cuales y sin lugar a dudas les podréis sacar partido todos los días.

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