Simplemente, no le interesas
Estimadas pupilas: Entre todas las torturas a las que una antoñita se puede someter, incluyendo la epilady en las axilas e intentar entrar en los vaqueros de la época pre celulítica, hay una que quizás es la peor de todas, sucumbir a las excusas de los hombres. Una cosa es el autoengaño legítimo de creer […]